domingo, 20 de mayo de 2012

El último mito occidental - El asesinato simbólico del padre.

Dijo Freud que el héroe moderno es aquel que asesina simbólicamente a su padre relacionando esta idea con la destrucción de las reglas sociales, como un camino a la anarquía... La verdadera importancia del conflicto edípico reside en el acto de romper las reglas atávicas para imponer las propias personales y erigirse como legirslador de la vida de uno mismo. No se trata de morbo sexual, ni del destino al que está ligado el hombre, sino del propio futuro que desea construir el ser en su desarrollo. No se trata de vanidad sino del derecho a decidir por uno mismo.
Creo que llega un momento donde la fractura entre la juventud y el grupo familiar es inevitable y positiva, el sano crecimiento tiene lugar en la puesta en práctica del ensayo y error como método cognitivo. Un niño perfecto con padres perfectos que asimila reglas perfectamente justas está condenado al fracaso, mutilado psicológicamente será incapaz de enfrentarse al mundo en el día de mañana y será irremisiblemente devorado por la masa social acostumbrado a aceptar leyes que le son dictadas. Cuestionar a los padres es vital para la formación crítica del niño y será esta la herramienta principal de la que dispondrá una vez sea adulto, la primera defensa ante los peligros de la vida.
La confrontación del hijo con el padre no solo es inevitable sino que además es deseable y este último debe resignarse a interpretar su papel, algo que en numerosas ocasiones no sucede porque proyecta en el hijo los deseos con los que él mismo soñaba comenzado así a vivir a través de este.
¿Lleva esto implicitamente una idea de anarquismo? Posiblemente, como también es muy posible que el individuo sea en cierto modo enemigo de la sociedad cuando contradictoriamente el ser humano es un animal social. Un sociedad constituida por seres totalmente individualistas no puede existir, ¿entonces?, deberíamos encontrar una solución a medio camino que no auto-aniquile la sociedad y permita la independencia del individuo.
Mi mujer A.: dice que la libertad del individuo debe ser absoluta siempre que no provoque daño a terceros o recorte las libertades de otros; entre personas adultas en plenas capacidades todo es válido siempre que exista el consenso. John Stuart Mill dijo algo parecido allá por el siglo XIX mientras desarrollaba el utilitarismo y no puedo negar que es un principio eminentemente práctico y por tanto, suficiente... De momento claro.

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